EL TABACO, PLANTA SAGRADA DE LAS AMÉRICAS
MARÍA CORREA

– Ese primer ser espiritual que anduvo la tierra, le dijo al Creador:
– Cuando vengan los humanos… ¿Cómo se van a comunicar contigo?
– Y seguidamente procedente del silencio surgió esta voz que dijo: yo seré aquel,
   yo seré el que se sacrificará a sí mismo para los humanos, yo seré el intermediario.
– Y el ser que hablaba era la planta del tabaco… 1

Estas palabras de la tradición oral de los nativos de Norteamérica dan cuenta por sí mismas de la importancia que tiene para ellos la hierba del tabaco, ¡un intermediario que puede comunicar con el Origen!

A sabiendas del valor espiritual de los saberes recogidos en su tradición, muchos son los casos de nativos que, a pesar de las prohibiciones implantadas por el "hombre blanco" que se impuso a estas culturas, continuaron, al margen de la ley, con la transmisión de las enseñanzas, mitos y ritos que les legaron sus ancestros, gracias a lo cual, de alguna manera aún hoy, se puede participar de los beneficios de esta herencia, y quizás la Madre Tierra aún nos regale las propiedades que quiso imprimir en la planta del tabaco.

Lo que sigue son algunas referencias recogidas de varias tribus que han dejado constancia de ese aspecto sacro de esta planta, tal como en aquellos lares ya se venía comprendiendo antes de la llegada de los europeos a ese gran territorio de las Américas. Y aunque el uso sagrado de la hierba del tabaco se ha constatado en numerosos lugares del continente, los datos y los extractos de ritos y mitos que aquí referiremos son en su mayoría procedentes del legado de las tradiciones de las tribus de Norteamérica.2

Federico González, en el libro que dedicó a las culturas precolombinas,3 nos dice al respecto de esta hierba:

El tabaco es otra planta sagrada y ritual utilizada en la totalidad de las culturas americanas. Muchos ejemplos de la sacralidad de la flora y la fauna se encuentran por doquier en la bibliografía de los temas precolombinos y por cierto que esta reverencia del aborigen americano no se debía a una interpretación animista o exclusivamente a un temor supersticioso y menos aún a una devoción de esclavo por aquello que le daba el sustento material, sino a un respeto debido a la sacralidad de la naturaleza como expresión directa del acto creacional del que él mismo era partícipe.

Y añade en nota:

En cuanto a otras plantas cuyo carácter es fundamentalmente sagrado, como el ya mencionado tabaco, (…) debe ser diferenciado del resto de las especies tanto alimenticias como medicinales, aunque todo el mundo vegetal fuera partícipe de la sacralidad de la naturaleza.

El mismo nombre de esta planta que aún conservan algunas de las lenguas aborígenes viene también revelando el aspecto sagrado tal como lo ven en estos pueblos:

Beisiwa Ashema (Ashema es la palabra Ojibwa para tabaco) que significa "Primero el tabaco", siendo Ashema el modo de comunicarnos con el Gran Espíritu (Gitche mánitu). Nos comunicamos con todos los espíritus utilizando Ashema pues eso es lo que significa "de mí para ti". Ashema es lo que ofreces, cuando vas a rezar o a ser tratado o medicado, cuando vas de viaje o cuando necesitas ayuda.4



Códice Florentino.

Es notable, a su vez, que el fuego, la planta del tabaco y el humo, que son los elementos implicados en el gesto ritual de la quema de la hierba, poseen un alto sentido simbólico. Así la hierba del Tabaco (una planta de propiedades sagradas) –como símbolo de la Tierra–, entrega su ser al Fuego –el espíritu del padre Sol y fuente de la Vida–, siendo el humo que sella la union, un humo blanco que en las espirales del aire asciende hasta quedar absorbido en lo alto.

Quizás a esto se deba el que la participación en los ritos del tabaco sea generalmente mediante la inhalación del humo, bien por una ventilación, o por medio de la pipa u otro modo, como por el soplo del chamán. Este humo dicen que es "el aliento del Gran Espíritu que lleva sus rezos a los habitantes de los cielos".5

También, en algunos casos, se hace un gesto ritual en reconocimiento del valor de esta gran posibilidad que ofrece la madre Tierra por medio de la hierba del tabaco:

Antes de hacer nada, el tabaco debe ser intercambiado o colocado sobre la tierra para la madre Tierra.
(…) Ofrecemos nuestro rezo para dar gracias por este sauce rojo que nos da vida, que nos da esta medicina.6

Otros aspectos menos conocidos del manejo con esta planta también son considerados un rito, por ello en algunos grupos había, y aún hay, unos encargados especiales que se ocupan de plantar y recolectar el tabaco de modo tradicional, preparándolo según el uso que se le vaya a dar. Aunque se dice que en general se da, entre los indios americanos, una predisposición positiva cuando se está trabajando con esta planta.

Para dar una idea del amplio abanico de las posibilidades del uso ritual de la planta del tabaco, exponemos a continuación algunas de ellas que pensamos son las más difundidas.

Como planta medicinal

Nuestro tabaco es una parte del árbol que usamos para nuestros rezos, para nuestros ofrecimientos, nuestras ceremonias, y es nuestra primera medicina.7

Algunas fuentes dicen que este uso medicinal es para promover el bienestar físico o emocional, no sólo del individuo, sino que puede extenderse incluso al de una comunidad. Cabe mencionar que la enfermedad se entiende como un desajuste que puede, o quizás debe, curarse interviniendo en la parte anímica de un ser o entidad y es el chamán u hombre medicina el que posee el conocimiento para dirigir el rito, durante el cual él será una encarnación del dios, o deidad, que hará posible la sanación.

Chaman o divinidad insuflando humo a un hombre postrado. Estela precolombina.
El cuidado y respeto alrededor de la preparación y uso del tabaco tradicional es parte de una tradición antiquísima que conecta a jóvenes, adultos y ancianos de hoy día con sus ancestros. El uso continuado del tabaco tradicional es una ayuda para una vida buena y una comunidad sana en este tiempo y en las generaciones por venir.8

Bajo este saber ancestral sobre la sanación, algunos sabios de estas tradiciones han expresado los errores de la medicina de un occidente que, habiendo olvidado sus orígenes y su realidad dentro del Ser, también lo ha hecho de la causa de la enfermedad, y por eso mismo, de la manera de curarla:

La medicina occidental primordialmente mira las causas físicas, y a menudo no considera el bienestar espiritual del individuo. Tienes que entender que hay una gran diferencia entre sanar y aplicar remedios. Aplicar remedios es una "compostura" rápida y sólo habrá efectos de largo plazo si el espacio espiritual se recompone.9

Ya de la época del descubrimiento nos llegan referencias sobre el poder medicinal de la planta –desconocida en la Europa de aquellos tiempos– y de cómo se realizaban las curaciones.

El viajero Benzoni incluyó en su obra un muy interesante dibujo que mostraba cómo en la isla Española, el tabaco también era utilizado por los indios para curar a los enfermos, ya que el hechicero se ponía un tabaco en la boca y soplaba el humo sobre la cara del paciente.10


Grabado de 1550 de Benzoni,
muestra el uso del Tabaco para curar enfermos.
Y siguiendo sumergidos en las peculiaridades de aquellos tiempos, nos encontramos con esta otra cita de los llegados a las tierras de América los primeros siglos tras el descubrimiento. Se refiere a los efectos terapéuticos del tabaco y se hace una curiosa asociación con el dios Baco. Dice así:11

Juan de Cárdenas (1563-1609) fue un médico y científico español, establecido en Guadalajara, México desde 1577. Dice que ignora el origen del tabaco pero presume que "algún ángel lo aconsejó a los indios o algún demonio. Que sea ángel está puesto en razón, porque él nos libra de tantas enfermedades que verdaderamente parece medicina de ángeles y que parece ser remedio de demonios también lo está, porque si nos ponemos a mirar al que lo está chupando, le veremos echar por boca y narices bocanadas de un hediondo humo, que parece un volcán o boca del infierno". Otros, más románticos, como el mencionado inglés Brathwait, opinó en 1617 que tabaco era el nombre de un hijo ilegítimo de la diosa Proserpina, engendrado en sus entrañas por obra del dios Baco, ya que ta-baco quiere decir, obviamente "hijo de Baco".12


Grabado hecho para mostrar a los europeos
cómo los indios fumaban tabaco.
Parece que el poder curativo del tabaco fue bien reconocido –no sabemos hasta qué nivel– cautivando el interés de los conquistadores del nuevo continente, lo que hizo que su influencia traspasara las fronteras hacia la Europa del descubrimiento. Es probable que a ello se deba el hecho de que no acabaran de prohibir completamente su uso –lo que ocurrió por un cierto periodo de tiempo–, aunque la total ignorancia de su sentido sagrado, les llevó a un uso aprovechado y un abuso que trajo consigo otro tipo de consecuencias:

La primera cita histórica evidenciando la llegada del tabaco a Europa es de 1556, pero, allí comenzó el tabaco siendo sembrado como una planta ornamental y luego se le utilizó como una especie de "curalotodo" por parte de los alquimistas de la época, que consideraban que contenía muy amplias condiciones terapéuticas.13

Esto en cuanto al reconocimiento de sus posibilidades curativas y en lo referido al abuso, Ciervo Blanco de Otoño, hablando del rito de la Pipa Sagrada dice:14

Cuando los europeos empezaron a usar tabaco, lo vieron como un mercado y así corrompieron su función. Ahora está siendo mal usado, y tú puedes ver lo que sucede cuando un regalo que se ha dado se usa mal.
Sin embargo, para quienes entienden su verdadero significado, la ceremonia de la pipa tiene gran poder.

Por norma general el tabaco que se utiliza para sanar se quema; los Dakotas dicen que "se utiliza directamente como sanador en la medicina tradicional, pudiendo quemarse haciendo un fuego o fumado en una pipa aunque por norma general el humo no se traga".15

La hierba del tabaco como ofrenda
La planta se entrega como ofrenda a una persona, a un lugar e incluso se realizan rituales con algún animal en señal de agradecimiento al benefactor, que en última instancia saben que es el Creador.

Regalar tabaco es señal de respeto, también se ofrece como agradecimiento tras solicitar consejo, ayuda o protección.16


Si se mata un bisonte hembra en su proximidad, el animal le pertenece, y él debe ir a sentarse a su lado; debe llenar su Pipa, ofreciendo primero un poco de kinnikinnik –el kinnikinnik, a menudo llamado chanshasha, es un ingrediente del tabaco ritual de los sioux– a los Poderes alados del Oeste, del Norte, del Este y del Sur; después debe levantar una última pizca de tabaco hacia el cielo como ofrenda al Gran Espíritu, en quien están todos los Poderes. Una vez que la Pipa se ha cargado de este modo, debe dirigir el cañón hacia los ollares del bisonte, y debe rezar así:
"¡Oh Wakan-Tanka!,17 Tú nos has enseñado tu voluntad por medio de un cuadrúpedo para que tu pueblo pueda caminar por el sendero sagrado, y para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos sean bendecidos".18
Para acompañar algún evento o ceremonia


El nativo de la tribu Gannachiou-Ae ha venido
a una aldea iroquesa vecina para invitar a los
hombres a un juego, los participantes mientras bailan
y cantan, sostienen esta fuerte serpiente en sus manos.
Louis Nicolas ilcrease Museum, Tulsa, Oklahoma.

El tabaco –solo o mezclado con otras hierbas–, se ofrece a la deidad, llamándola a participar en la ceremonia; de este modo, dicho evento se convierte en un rito sagrado. Un claro ejemplo de ello es el proceder que todavía algunos nativos realizan en su característico juego de Lacrosse:

En los juegos de Lacrosse, jugamos para el creador, y el tabaco forma parte de este rito y nos ayuda realmente al proceso de unirnos (…).
Se pone el tabaco en varios recipientes y el central que está prendido se toma en la mano derecha, los demás recipientes se llevan a dar una vuelta alrededor de éste (…).
Tomamos Canshasha19 y lo sostenemos con la mano izquierda para que esté más cerca del corazón, lo ponemos alrededor del poste de la portería (…).
Cuando se enciende el tabaco en uno de los contenedores se airea hacia todos los participantes del evento con una pluma.20

Como elemento oracular

Los ofrecimientos del tabaco se pueden hacer de múltiples maneras, simplemente tomando un poquito de él y saliendo afuera cuando el sol está saliendo, te diriges al gran Padre Sol y te diriges hacia nuestra gran Madre Tierra que den consejo, la respuesta se puede descifrar simplemente observando cómo habla la danza de tu tabaco que vas vertiendo al suelo.21

O de esta otra manera:

Los indios piensan que la persona más valiosa es la que comprende a la madre Tierra. Se corta un trozo del tallo y se pela la costra hasta llegar a la parte verde. Esta Canshasha (tabaco) eres tú mismo, y cómo la recoges y la cortas te habla de ti mismo.22

También nos llega de los registros que el mismo Colon dejó tras viajar a las tierras de América lo que sigue:

[...] toman cierto polvo, llamado cohoba (tabaco), aspirándolo por la nariz, el cual les embriaga de tal modo que luego no saben lo que se hacen; y así dicen muchas cosas fuera de juicio, afirmando que hablan con los cemíes, y que éstos les han dicho de dónde provino la enfermedad.23

En este mismo sentido oracular, se quema tabaco en la purificación previa, ofreciéndolo a la deidad, cuando se va a pedir consejo a los dioses en el rito de "la Visión" que hacen algunas tribus. Es un rito que dura varios días en los que el sujeto que la pide se somete a unas condiciones algo extremas para entrar en un estado propicio para comunicarse con los seres espirituales. No siempre ocurre que al final del proceso aparece el regalo de la Visión, por lo que la consulta puede repetirse, aunque sí se dice que llega con paciencia, sabiduría y humildad.

Fueron con él a lo alto de la colina para preparar la fosa para la visión y hacer una ofrenda con manojos de tabaco. Después le dijeron al joven que llorara, que se humillara, que implorara Sabiduría, que llorara por el poder, por una señal del Gran Espíritu, por un regalo que haría de él un hombre medicina. Y allí le dejaron.24

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Además de los diferentes usos rituales como los que acabamos de ver, se puede hablar de distintos modos de penetrar y participar de la esencia de la planta del tabaco. Y volviendo a la fuente de los escritos de la época del descubrimiento, encontramos que aparte de fumarlo, también se mascaba o incluso se aspiraba en polvo por la nariz. En los ritos colectivos de América del Norte se fuma con la pipa y también se quema en el sahumerio, aunque todo lo relacionado con la planta tiene un aspecto ritual como hemos mencionado anteriormente. Citamos a continuación algunos extractos y comentarios que hacen referencia a estas dos formas rituales de comunicarse con la deidad por medio del tabaco:

No queda ya más que hablar del Calumet (la Pipa). No hay nada más misterioso o más respetado entre ellos… Parece ser el dios de la paz y de la guerra, el árbitro entre la vida y la muerte.25

… La danza del Calumet era una ceremonia muy importante de los Illinois realizada para fortalecer la paz con otras tribus, para la unión entre los mismos componentes de una tribu para una guerra y otras veces para celebraciones públicas. Los participantes se ponían en círculo alrededor de una alfombra pintada y el danzarín principal bailaba con el Calumet al ritmo de los cantos. Después se hacía oír el tambor y se representaba una batalla entre el Calumet y un guerrero armado. Al final del baile, el jefe presentaba el Calumet a los invitados de honor como muestra de paz eterna.26

El ya mencionado Ciervo Blanco de Otoño dice que: “La Pipa es un eslabón entre la tierra y el cielo, o lo que es lo mismo, "la ceremonia de la Pipa es un ritual sagrado para conectar los mundos físico y espiritual".27


George Catlin. S. XVIII.

Igualmente otros nativos de Norteamérica han expresado esta conexión de los dos mundos mediante el rito con la pipa:

Nada es más sagrado. La Pipa es nuestras oraciones en forma física. El humo se convierte en nuestras palabras; surge, toca todo y se convierte en una parte de todo lo que es. El fuego en la Pipa es el mismo fuego del sol, que es la fuente de la vida. La razón para usar el tabaco para conectar los mundos es que las raíces de la planta penetran profundamente en la tierra y su humo sube alto hacia los cielos.28

Chanunpa Wakan es como se llama la ceremonia de la Pipa Sagrada en las tribus Lakota. Pertenece a éstas el sabio Alce Negro, quien en el libro de La Pipa Sagrada29 nos describió cómo se procede en este rito llamando a todos los poderes del universo, y cómo éstos se reúnen en la Pipa por medio del tabaco, en una totalidad que invoca a la Unidad.

En la descripción, dice que la Pipa Sagrada, primeramente, se ofrece para establecer comunicación con el Gran Espíritu:

… el ayudante del guardián del alma coge entonces la Pipa y, elevándola hacia el Cielo, exclama: "¡Mira, oh Wakan-Tanka! Vamos a cumplir ahora tu voluntad. Con todos los seres del Universo Te ofrecemos este Calumet".

A continuación, el encargado, dirigiéndose hacia cada uno de los seis Poderes del Universo y haciendo una plegaria a cada uno de ellos, los llama para que se hagan presentes en la pizca de tabaco ritual que se les ofrece; consagrado de este modo, emplaza cada pizca en la cazoleta de la pipa sagrada. Prendida la pipa, irá pasando de unos a otros con un orden establecido. Al respecto, en este mismo libro, se dice en una nota:

Cuando el Calumet está lleno, todo el espacio –representado por las ofrendas a los Poderes de las seis Direcciones– y todas las cosas creadas –figuradas por los granos de tabaco– están concentrados en un solo punto: la cazoleta o "corazón" de la Pipa; así, el Calumet contiene, o más bien "es" el Universo.

Por otra parte, el Sahumerio es una mezcla de hierbas atadas que se queman con diversos fines, principalmente como purificador de energías:

John Joseph dice que estas substancias emiten ciertos olores que agradan al Gran Espíritu.
(...) El tabaco es otro regalo. El humo se lleva nuestros pensamientos y oraciones. Es una representación visual de nuestros pensamientos y oraciones al ser llevados, y más aún porque lleva los dos grandes olores de la montaña y el desierto.
El sahumerio en sí se realiza mezclando pasto dulce, salvia y tabaco en un tazón, por lo general una concha de abulón, quemando los ingredientes y soplando o abanicando el humo encima de una persona. A menudo se utiliza una pluma de águila, pues los Indios creen que las oraciones y los pensamientos contenidos en el humo son llevados hacia el Creador en las alas de las águilas, que son las aves que vuelan más alto y están en comunicación directa con el Creador.
El sahumerio juega un papel central en las ceremonias curativas tradicionales, porque se cree que, una vez que las energías negativas se despejan, sobreviene una sensación de paz y relajación, terminando con las dificultades espirituales. Joseph explica por qué este aspecto de curación es tan importante: "El sahumerio a menudo se combina con otras prácticas que llegan a la raíz de la enfermedad, como hablar con un shamán, hacer largas caminatas, ayunar, orar y tomar parte en ceremonias de purificación".30


Enfermos de la Viruela traída por los españoles.

No conocemos el propósito exacto de las hierbas que se mezclan en el sahumerio aunque en algunos textos se mencionan ciertas características de ellas:

A Wakan Tanka le gusta la música, le place el sonido del tambor y los sonajeros. Cuando cualquier ser espiritual oye el tambor y los sonajeros siempre prestan atención. (…) A todos los espíritus, buenos y malos, les place el humo de la pipa pero los malos espíritus huyen del humo de la Salvia.31

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Mitos relacionados con el Tabaco32
En los mitos de estas poblaciones que han podido traspasar las barreras generadas por la incomprensión de los humanos que se impusieron en estos territorios americanos, variadas son las referencias con respecto a la planta del tabaco. Dentro de la belleza de estos textos se encuentran también similitudes sorprendentes con otras tradiciones. Seguimos este trabajo con una síntesis de algunos de estos relatos.

1. La Hierba Sagrada de la tribu de los Pies Negros. (Dicen que estas tribus recolectaban las plantas y únicamente cultivaban la del tabaco con fines rituales).

Dice el mito que había una vez cuatro hermanos, todos ellos hombres espirituales que tenían poder. En una visión, el mayor de ellos oyó una voz que decía: "ahí fuera hay una planta sagrada; cógela y quémala". El hombre miró alrededor, vio una hierba extraña, la puso en el fuego y ésta desprendió un aroma placentero.

El segundo hermano tuvo un sueño en el que una voz decía: "toma esta hierba y córtala fina, guárdala en una bolsa". El hombre hizo lo que le fue dicho y notó que la hierba seca en su bolsita era maravillosamente fragante.

El tercer hermano tuvo otra visión en la que vio a un hombre ahuecando un hueso y poniendo una hierba extraña en su interior. Entonces una voz dijo: "haz cuatro pipas como ésta", obedeciendo a la "voz" este hermano talló del hueso de una pierna de animal, cuatro pipas.

Después el más joven de los cuatro hermanos también tuvo una visión. Una voz le dijo: "Vosotros, hermanos, encended las pipas y fumad. Inhalad el humo y exhaladlo. Dejad que ascienda el humo a las nubes". La voz también le enseñó cantos y rezos que acompañaban a la acción de fumar.

Y así los cuatro hombres Medicina, nacidos de la misma madre, fumaron juntos.

El mito continúa diciendo que los cuatro hombres guardaron el secreto de la planta sagrada para ellos mismos, aunque los beneficios provenientes de tal revelación no pasaron desapercibidos para algunos de su pueblo, y ya que los cuatro hermanos guardaban silencio, salieron en busca de aquel benefactor.

Tras una intensa indagación, casualmente un día, la mujer del buscador percibió una sinfonía que procedía de un extraño lugar y se lo fue a contar a su esposo. Éste se esforzó en dar con el origen de aquella melodía y llegó hasta la guarida de cuatro hombres Castores, los que accedieron a descubrir la hierba sagrada para el buscador.

"Nosotros somos gente del agua, 'tabaco' es la medicina del agua. Te daremos esta sagrada hierba, pero primero debes aprender los cantos, los rezos, la danza, y las ceremonias que van con ella". Y le dijeron también que la planta debía ser compartida.

Los hombres Castores le enseñaron todos los cantos y demás requisitos para la ceremonia de sembrar, cortar, tratar y fumar esta hierba sagrada, el hombre lo aprendió, y luego entregó este saber a todas las tribus. Se dice que desde entonces, estas gentes han seguido fumando el tabaco de forma sagrada.


Guerrilleros preparados para la lucha, Louis Nicolas. S. XVII.
Codex Canadensis, Gilcrease Museum, Tulsa, Oklahoma.

Es posible que en este mito se esté aludiendo a los diferentes mundos o estados del Ser, y lo que es su reflejo en la historia, las edades de la humanidad. Los cuatro seres a los que hace mención en el principio hacen referencia al cuaternario, y por tanto al mundo de la creación; estos seres reciben el "saber" por un influjo espiritual directo en cuatro visiones diferentes y complementarias, procedentes del mundo de las ideas, en consonancia con el hombre de la Edad de Oro que conoce directamente por intuición las verdades eternas, mas en un plano descendido –o más alejado del Principio– el ser humano pierde esta capacidad, y será por mediación de las "aguas" –los cuatro castores y la medicina del agua, el tabaco–, que los misterios de los mundos superiores se hagan accesible a este nivel, tomando forma o concreción. El hombre, en este estadio de la manifestación, debe aprender los medios de acceder a lo sagrado y con el gesto de devolver lo recibido –compartiendo el Saber con sus congéneres–, irá ascendiendo o tomando consciencia de los mundos superiores y de toda esta grandiosa Unidad que todo penetra y todo es.

2. Madre Maíz de la tribu Penobscot

Cuando el Hacedor de todas las cosas vivió en la tierra no había gente todavía. Un día, cuando el sol estaba alto, un joven apareció y le llamó: "–Tío mío, hermano de mi madre".

Dice el texto que este joven había nacido de la espuma de las olas, espuma acelerada por los vientos y templada por el sol. Era el movimiento del viento, la humedad de las aguas, y el calor del sol lo que le dio vida; calor sobre todo, porque calor es vida, dice. Y el joven hombre vivió con el Hacedor de todo y vino a ser su ayudante.

Continúa diciendo que después de que estos dos poderosos seres crearan todas las formas vivientes, vino a ellos una bella muchacha cuando el sol brillaba en lo alto a medio día. Ella nació de la maravillosa planta de la tierra, y del rocío, y del calor. Porque una gota de rocío cayó en una hoja y el sol la calentó, y su calor es vida; esta muchacha vino al ser desde la verde planta viviente, con la humedad y el calor.

– "Yo soy amor"– dijo la joven. "Yo soy un dador poderoso, yo soy la que nutre, yo soy la que provee a hombres y animales. Todos me aman".

El gran Hacedor agradeció al Gran Misterio en lo Alto por haberles enviado a la joven y el gran Sobrino se casó con ella; de él ella concibió convirtiéndose en la Primera Madre.

Fue el sacrificio de esta Primera Madre lo que produjo para sus hijos la planta del maíz que sería su carne, la carne de la Primera Madre para que los hombres vivieran y crecieran. Y de resultas de ese mismo sacrificio:

… en el lugar que habían quemado los huesos de la Primera Madre, otra planta había crecido, una planta de hojas amplias y fragantes, era el aliento de esta Madre. Y oyeron a su espíritu diciendo: – Quema esto y fúmalo, es sagrado. Aclarará vuestras mentes, ayudará vuestras rezos y alegrará vuestros corazones.

Y el marido de la Primera Madre llamó a la primera planta Maíz y a la segunda Tabaco.
– "Recuerda"– dijo a la gente, "… cuida de la carne de la Primera Madre porque es su bondad que viene a la sustancia. Cuida bien de su aliento, porque es su amor vuelto humo. Recordadla a ella y pensad en ella cuando comáis y cada vez que fuméis esta sagrada planta, porque ella ha dado su vida para que vosotros viváis . Ella no está muerta, ella vive: en un amor inmortal ella se renueva una y otra vez".

3. También encontramos el tabaco en mitos de la creación, como en éste de la tribu de los Diegueños, que titulan como "La Historia de la Creación":

Aquí se cuenta cómo "el gran Hacedor del mundo" quiso separar el Cielo y la Tierra, pues éstos les tenían, a él y a su hermano, aprisionados en su interior. El Hacedor preguntó una y dos veces a su hermano cómo podría hacerse esa separación, y de pronto lo supo, aunque volvió a preguntarle por tercera vez.

Y luego dijo: "We-hicht, We-hicht; y tomó tabaco en sus manos, lo frotó bien y lo sopló tres veces, cada vez que sopló los cielos se levantaron más y más sobre sus cabezas. Después el Hacedor le dijo a su hermano que hiciera lo mismo, y éste lo hizo. Los cielos subieron entonces a lo alto, y apareció el cielo que vemos. Después juntos los dos hermanos dijeron We-hicht, We-hicht, We-hicht y los dos tomaron el tabaco, lo frotaron, lo soplaron y mandaron el cielo a lo alto".

Los hermanos continuaron después marcando y nombrando las cuatro direcciones del espacio para que los hombres llegasen de ellas.

El mito seguirá hablando de la creación.

4. La vida y la muerte de Medicina Dulce de los Cheyenes del norte.


Rey de la gran nación de Nadouessiouek. Louis Nicolas. S. XVII.
Codex Canadensis, Gilcrease Museum, Tulsa, Oklahoma.

Éste es un ejemplo de que también, entre estos escritos recogidos de la tradición oral de los nativos americanos, se encuentran relatos de sus "héroes" o "profetas" y en algunos como el que sigue, el tabaco tiene un papel relevante.

La gente construyó una gran cabaña en el centro del círculo de la acampada. Cubrieron su suelo con salvia, y lo purificaron quemando hierba dulce.
(…)
– Dile a todo el mundo que entre en la cabaña y se quede ahí; nadie debe verme llegar.

Cuando finalmente todo estuvo preparado, Medicina Dulce anduvo despacio hacia el pueblo y cuatro veces dijo:

– Gente de Chayenne, con un gran poder yo me acerco. Estad alegres. Las flechas sagradas yo traigo.

Entró en el tipi con un manojo de flechas sagradas y dijo "todavía no habéis aprendido a vivir de forma recta. Por eso Los de lo Alto estaban enfadados y el bisonte se ocultó". Los dos jóvenes cazadores encendieron el fuego, y Medicina Dulce llenó la pipa de hueso de ciervo con el sagrado tabaco. Durante toda la noche, estuvo enseñando a las gentes lo que los espíritus del interior de la montaña sagrada le habían enseñado a él. Se especifica en el mito que estas enseñanzas establecen el camino de los Tsistsistas, y de la verdadera nación Cheyene.

Hacia el alba, dice el texto, Medicina Dulce cantó cuatro canciones sagradas y después de cada canto, él fumó la pipa, y su aliento sagrado ascendió a través del agujero del humo hacia el cielo, hacia el gran Misterio.

Finaliza diciendo que cuando rompió el día, mientras se alzaba el sol y la gente fue saliendo de la cabaña de la flecha sagrada, encontraron que la pradera de sus alrededores estaba llena de bisontes. Los espíritus ya no estaban enfadados. El hambre ya pasó.

5. Coyote roba el saquito de tabaco del sol, de los Apaches de la Montaña Blanca.

Muchos de los mitos de los nativos americanos tienen por protagonistas a los animales. En la tradición judeocristiana se dice que al Hombre Primordial, en el paraíso, le fue otorgado el nombrar todos los seres de la creación, lo que está implicando que conoce la esencia de lo que va nombrando pues posee en sí mismo, como microcosmos que es, la naturaleza de todas las cosas del Macrocosmos. Todo, pues, en la naturaleza son aspectos de uno mismo, por lo que muchas enseñanzas toman como protagonistas a seres del mundo animal o vegetal en los que, como un reflejo, podrá el ser humano mejor reconocer su propia naturaleza y los caminos hacia su Destino.

Los animales, además de expresar la parte instintiva e irracional del alma humana (los impulsos, deseos y emociones del ánima), siempre han ocupado un lugar destacadísimo en la cosmogonía de todos los pueblos y culturas tradicionales, que unánimemente han visto en ellos manifestaciones de las fuerzas cósmicas y divinas en su acción sobre el mundo, constituyéndose en vehículos y oráculos transmisores de la realidad de lo numinoso, y por tanto en mensajeros o intermediarios entre el Espíritu y el hombre. Ellos conforman, pues, un código simbólico de suma importancia, un lenguaje a través del cual el hombre ha podido y puede leer las claves que le permiten comprender las leyes y misterios del universo, y por consiguiente conocerse a sí mismo.33

El protagonista de este mito que ahora nos ocupa es el Coyote que roba el tabaco guardado por el sol, lo que nos da idea del aspecto luminoso y solar del que participa la planta. En la tensión de estos dos sujetos, el Coyote y el Sol –tratada aquí con cierto humor–, se encuentra la sempiterna lucha entre las tinieblas y la luz.


Louis Nicolas, Hombre de la tribu Outaouak. Louis Nicolas. S. XVII.
Codex Canadensis, Gilcrease Museum, Tulsa, Oklahoma.

Dice el relato que mediante engaños Coyote se hace con el contenido de la hierba sagrada que guardaba el sol en su saquito. La esposa del sol –que fue la que vio el robo del contenido– le cuenta a su esposo los pormenores de la estratagema llevada a cabo por el animal.

La estrella solar meditará cómo recuperar su tabaco y finalmente decide hacerlo ofreciendo a Coyote una pareja para su vida a cambio del saquito, lo que el animal aceptará con entusiasmo, pues le parecía un trato bien atractivo. Y lo que en un principio alegró tanto al astuto Coyote se tornó en desespero pues, al querer intimar con su nueva compañera se topó sorprendido con que bajo las faldas del "regalo" se escondían los miembros masculinos de un joven, lo cual, no le pareció en nada algo apetecible. Descubierta la treta, gritaría una y otra vez al sol para que le retornara el tabaco…

Hasta aquí este cántico a la planta del tabaco, intermediaria –bajo el punto de vista sagrado de estas culturas– entre el creador y sus criaturas. Y con esta misma visión, que es la del alma, y con la humildad que les caracteriza, estos nativos manifiestan que la deidad no es propiedad de nadie, ni obedece a ninguna entidad religiosa, sino que es universal y se deja encontrar cuando uno la busca honestamente en su propio corazón:

… la paz venga a los que son capaces de comprender; esta comprensión debe venir del corazón y no únicamente de la cabeza. Aquéllos se darán cuenta de que nosotros, los indios, conocemos al único Dios verdadero y le rogamos constantemente.34

El espíritu dijo: "–De ahora en adelante respetarás este tabaco y rezarás con él, pidiendo al Ser Supremo que os guíe". Y lo vemos llamándonos, no como una debilidad sino como una fuerza.
El tabaco siempre ha sido parte de nuestra cultura, tabaco es medicina que nutre nuestro corazón, algo que se honra y respeta.35



Con el hacha de guerra, Iroquois de la nación Gandaouaguehaga.
Louis Nicolas, S. XVII. Codex Canadensis,
Gilcrease Museum, Tulsa, Oklahoma.



NOTAS
1 Documental Mantengamos el Tabaco en su aspecto sagrado. http://clearwaymn.org/keeptobaccosacred/
2 Las referencias mencionadas en este trabajo son todas procedentes de los indios americanos, excepto las señaladas expresamente que pertenecen a otra fuente.
3 Federico González. El Simbolismo precolombino. Ed. Kier, Buenos Aires, 2003.
4 Del documental Mantengamos el Tabaco en su aspecto sagrado, op. cit.
5 Selección y edición de Richard Erdoes y Alfonso Ortiz. American Indian Myths and Legends. Pantheon Books. Nueva York, 1984. En la introducción al "The sacred Weed". Todas las citas de esta fuente han sido traducidas del idioma inglés.
6 Del documental Mantengamos el Tabaco en su aspecto sagrado, ibíd.
7 Ibíd.
8 National Native network. Traditional Tobacco. Mantengámoslo Sagrado. https://keepitsacred.itcmi.org/tobacco-and-tradition/traditional-tobacco-use/
9 Gary Null’s Natural Living, Native American Healing.
10 Por Lic. Bernardo Vega, artículo Tabaco e Historia.
11 El tabaco en aquel entonces se decía bebido pues no existía el término fumar.
12 Artículo Tabaco e Historia. op. cit.
13 Ibíd.
14 Página web: Abuelo Fuego, Chamanismo. Chanunpa Wakan.
15 National Native network Mantengámoslo Sagrado. Traditional Tobacco, op. cit.
16 Ibíd.
17 Wakan Tanka es la Divinidad por excelencia entre los indios norteamericanos. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013.
18 Alce Negro y J.J. Brown. La pipa Sagrada. Siete Ritos Secretos de los Indios Sioux. Ed. Miraguano, 2002.
19 Canshasha es la palabra Dakota para tabaco, significa rojo rojo, color muy simbólico para estas naciones.
20 Documental Mantengamos el Tabaco en su aspecto sagrado, ibíd.
21 Ibíd.
22 Ibíd.
23 Revista experimental. Universidad de Jaén.
24 The Vision Quest (Brûlée Sioux). American Indian Myths and Legends, op. cit.
25 Artículo Tabaco e Historia, ibíd.
26 Web del Museo de Illinois. Calumet. http://www.museum.state.il.us/muslink/nat_amer/post/htmls/be_calumet.html
27 National Native network. Mantengámoslo Sagrado. Traditional Tobacco, ibíd.
28 Gary Null’s Natural Living, Native American Healing, op. cit.
29 La Pipa Sagrada. Siete Ritos Secretos de los Indios Sioux, op. cit. Las dos citas que siguen sin numerar están extraídas de esta misma fuente.
30 Gary Null’s Natural Living, Native American Healing, ibíd.
31 Sword, Wakan. Traducido por Burt Means. https://www.sacred-texts.com/nam/pla/sdo/sdo49.htm
32 Todos estos mitos están extraídos del libro American Indian Myths and Legends, ibíd.
33 Federico González y col., Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Revista Symbolos nº 25-26, Barcelona, 2003.
34 La Pipa Sagrada. Siete Ritos Secretos de los Indios Sioux, ibíd.
35 Documental Mantengamos el Tabaco en su aspecto sagrado, ibíd.

 
 

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